¿El tic tac del Reloj nos indica el final?
Según el Diccionario de la Lengua Española, el tiempo es definido como la “magnitud física que permite ordenar los sucesos de la vida en secuencia, quedando establecido un pasado, un presente y un futuro; siendo su unidad en el sistema internacional el segundo”. Por lo general, el tiempo se mide mediante los diferentes tipos de relojes, cuyo sonido nos indica su paso.
Al leer la definición del tiempo, me surge la siguiente pregunta, ¿Existe un tiempo determinado para alcanzar nuestras metas? ¿Cuál sería? Recientemente, he escuchado a varias personas hablar de que se les terminó el tiempo para lograr metas que deseaban. En este caso, qué les impide lograrlo, porque estoy segura que el tiempo no es el obstáculo.
Si buscamos, encontraríamos numerosas historias de personas que logran sus sueños en diferentes etapas y edades de sus vidas, entonces, si ellas pudieron ¿Qué les impide a otras alcanzar sus metas? A mi entender, su actitud, se rinden y deciden que ya no pueden más.
Con las mujeres, el tiempo es mucho más rígido, pues, está determinado que antes de los 30 deben estar casadas y con hijos, de no ser así debe hacerlo rápido, porque “se le está pasando el tiempo”. Si llega a los 40 años sin esposo ni hijos, “pobrecita”, debe casarse rápido porque ya casi es tarde. Ni hablar de una mujer a los 50 años, ya es considerada mayor, finalizando su vida y sin esperanzas de lograr nada, porque lo que no hizo de joven, no podrá hacerlo ahora.
Cruel, pero así piensan muchas personas, como si fuera una carrera impuesta por el mundo el cómo debemos vivir y cuándo debemos hacer cada cosa. Todo esto nos mantiene en un estado de constante estrés y desánimo, porque al pasar lista de lo que aún no logramos, nos podemos sentir deprimidas.
La buena noticia es que toda mujer que se posiciona como hija del Dios todopoderoso, creador del cielo y la tierra, cuenta con una identidad; por ende, sabe que existe un tiempo para todo, principalmente si camina en el propósito dado por Señor. La Biblia dice: “todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”. Eclesiastés 3: 1-9, Reina-Valera 1960.
Es importante que siempre recordemos que solo el Señor, nuestro Dios, conoce tu tiempo en este mundo, entonces porque desesperarnos con el tic tac del reloj, si ya Dios tiene el control de tu vida y el tiempo marcado para cada cosa, solo debes confiar y esperar.
No importa las veces que hemos fallado, lo importante es nunca abandonar nuestro propósito en la vida. Ten siempre en tus pensamientos que dentro de ti Dios te ha provisto de todo el potencial para realizar lo que te propongas. Confía en Él y Él hará de acuerdo a su voluntad, la cual es buena, agradable y perfecta.
Por Ingrid Báez