“El Juego del Respeto” conquista el Prudential Center y proyecta al baloncesto dominicano en EE. UU.
Por: Gerardo Davis
New Jersey.– El Prudential Center fue escenario de un hecho sin precedentes: la celebración de “El Juego del Respeto”, evento histórico que por primera vez llevó al baloncesto dominicano a una de las canchas más prestigiosas de Estados Unidos.
La iniciativa, concebida y producida por la organización Por Amor al Basket Inc., bajo la visión de su presidente JalexiZ Fernández, hizo realidad el sueño de presentar un clásico dominicano —Bameso vs. Mauricio Báez— en un escenario internacional, con un montaje que combinó deporte, música y cultura.
El encuentro culminó con victoria para Bameso (102-92), en un partido vibrante que mantuvo al público en máxima emoción. Más allá del marcador, la verdadera conquista fue cultural: miles de dominicanos y latinos residentes en Nueva York, Nueva Jersey y estados vecinos vivieron una noche de identidad y orgullo.
La velada abrió con un emotivo homenaje a cargo del dúo cristiano Tercer Cielo, mientras que en el medio tiempo la energía urbana se adueñó del escenario con El Lápiz Conciente, Bulova y DJ Adoni.
La narración y animación estuvieron en manos de reconocidas figuras dominicanas como Hony Estrella, Albert Mena, César Marchena y Manuel Reyes “Marega”, quienes aportaron dinamismo y calidad al espectáculo.
Respaldo institucional y visión de futuro
Con el respaldo del Consulado General de la República Dominicana en Nueva York y el Departamento de Transporte de NYC (NYC DOT), la producción garantizó un evento seguro, inclusivo y memorable que marcó un antes y un después en la proyección internacional del baloncesto dominicano.
“Esto nunca se había hecho; era un sueño y hoy es una realidad para todos los dominicanos que aman el baloncesto”, expresó JalexiZ Fernández, resaltando que esta primera edición abre camino para nuevas oportunidades en el futuro.
Más que un partido: una declaración cultural
Más que un juego, “El Juego del Respeto” se convirtió en historia, demostrando cómo el deporte, la música y la cultura pueden unirse para elevar el nombre de la República Dominicana en escenarios de talla mundial.

