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El verdadero amor lo recibimos de Dios

El amor es definido en algunos diccionarios como: “un sentimiento afectivo o inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno. También lo definen como “un sentimiento de atracción emocional y sexual hacia una persona con la que desea compartir toda una vida”. Para otros el amor es un sentimiento propio de los seres humanos que refleja la necesitad de proyectarlo sobre si mismo y hacia las demás personas. En fin, podemos encontrar múltiples definiciones de este concepto, pero lo que realmente significa y sus características solo se encuentra en la Biblia.

En las definiciones que acabamos de ver se habla del amor como un sentimiento o un vínculo emocional que nos une hacia otra persona o grupo de personas como es la familia, los amigos, etc. En las escrituras es donde encontramos la definición de lo que es el verdadero amor, en 1era. de Corintios 13: 4-7 dice: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. 7todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.

Al leer estos versículos me surgen las siguientes preguntas: ¿realmente alguien nos ama de ese modo? ¿somos capaces de amar así?  Si vemos el amor como un sentimiento o una emoción nos resultaría difícil creer que sí podemos amar y ser amados de este modo, ya que tanto los sentimientos como las emociones carecen de estabilidad, es decir, con el tiempo pueden desvanecerse o variar; pero vemos que el verdadero amor se basa en una decisión de amar de forma incondicional, sin importar lo que pase o lo que debamos enfrentar, nunca varia, ni cambia, ni te abandona.

Solo al recibir el amor de Dios en nuestras vidas podemos experimentar el verdadero amor, quien nos concedió el perdón, nos cuida y nos espera sin importar cuantas veces nos llame y nosotros lo ignoremos. Desde que entregamos nuestras vidas a Dios notamos como empieza a germinar en nuestros corazones el amor, comenzamos a sentir la necesidad de amar a nuestro prójimo de la misma forma en que Dios nos ama. Él es el ejemplo de amor que todos debemos seguir.

1era. de Juan 4:16

“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él”.

En conclusión, nadie es capaz de amar verdaderamente si antes no ha recibido el amor de Dios en su vida, porque nadie puede dar lo que no tiene y solo Él puede llenar nuestras vidas de amor real. ¡Hoy puedes tomar la decisión de entregar tu vida a Dios y experimentar el verdadero amor en tu vida!