Muerte de un niño en Santiago, exceso policial o falta de respeto a las autoridades
Lamentando profundamente la partida a destiempo de un menor de edad, que desde un punto de vista razonado la misma pudo evitarse. Sí, pudo evitarse, si ese niño en vez de estar en un lugar exclusivo para adultos, donde estaban consumiendo alcohol, escuchando música urbana a todo volumen, el cual se supone que todo padre que se respete no expone su hijo a ese tipo de ambiente.
Pudo evitarse si al momento de aparecer las autoridades el ciudadano se somete a la obediencia, sin violentar el mandato. Si las autoridades no imponen las leyes con salvajismo. Si se hubiese puesto un poco de cordura entre las partes involucradas hoy la sociedad no llorara la partida de alma inocente, que nada tuvo que ver con una sociedad carente de valores, una sociedad sin dolientes, donde cada cual impone su estilo, su forma de vida sin pensar en los demás.
El menor Donaly Martínez, de 12 años de edad, falleció en la emergencia de un centro de salud privado de Santiago tras ser baleado por un agente policial que trataba de dispersar un grupo durante el incidente. Circula en la redes el video, en el que en varios ángulos se nota el forcejeo del padre del menor y un agente del orden.
No es la primera vez que la entidad del orden se ve envuelta en este tipo de situaciones, sin que las autoridades competentes pongan un alto a esta situación que enluta la sociedad, permitiendo que cada se pierda mas la confianza en los agentes llamados a poner el orden y por el contrario se hacen parte del desorden.
Pero también estamos frente a una sociedad irrespetuosa, donde sus actores no respetan y quieren atribuirse acciones que no le corresponden, tal como se visualiza en las imágenes al agente y al padre del niño forcejeando sin razón alguna, solo por no dejarse a torcer el brazo y demostrar que somos imponentes.